Este ryokan es uno de los pocos ejemplos de arquitectura japonesa diseñados por Kingo Tatsuno, un arquitecto japonés alumno de Josiah Conder. Este alojamiento conserva su diseño original con la calidez de la madera y la elegante simplicidad que los japoneses aman tanto, llamada "wabi -sabi".
Los inodoros y lavabos no están incluidos en las habitaciones de este edificio.